Existe multitud de tierras según las necesidades de cada planta. Y conocerlas es el primer paso para elegir correctamente qué es lo que necesitamos. Conozcámoslas un poco más para saber cuál es exactamente la que necesitamos:
- Turbas: las más comunes de todas y aptas para la gran mayoría de plantas. Es un compuesto de materiales orgánicos que proceden de la descomposición de otras plantas en humedad. Son absorbentes y suelen drenar bien. Al elegirla, tenemos que prestar atención a su acidez: suelen ser o bien de pH bajo o incluso neutro.
- Perlita: De procedencia volcánica, mantienen constantes la humedad y la temperatura. Es una buena compañera, por ejemplo, de la turba y una aliada para los amantes de las plantas carnívoras y plantas de climas tropicales.
- Cortezas: Son capaces de guardar la humedad justa para que las raíces de determinadas plantas tengan el agua necesaria pero sin caer en el exceso (como es el caso de las orquídeas).
- Brezo: tierra rica procedente de la descomposición de brego, castaño y otras plantas.
- Picón: de origen volcánico aunque más densa que la perlita. Es el mejor sustrato para los cactus.
Y, si dudas de cuál es la mejor tierra para tus plantas, nada como acercarte a uno de nuestros centros y preguntar a los especialistas de Jardinería. Ellos podrán ayudarte a elegir la que es, sin duda, la “primera casa” de tus plantas.
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