Las plantas carnívoras son resistentes, poco exigentes y longevas. Pero no todo es oro lo que reluce. Muchas de las especies de esta gran familia requieren una cantidad de luz concreta, algunas una temperatura específica y otras una maceta determinada.
Todos los cuidados dependerán en gran medida de la especie que sea o del clima en el que se encuentre plantada. Lo más importante está recogido a continuación.
ACLIMATACIÓN
Todas las plantas carnívoras necesitan un periodo de aclimatación cuando se cultivan en casa. Estas especies deben introducirse en un lugar interior con cuidado y de la mejor manera posible.
Lo mejor es que en un principio se ponga en un terrario (con alta humedad). Al mismo tiempo, conviene sacarla de vez en cuando durante unos minutos para airearla. Tras varias semanas, se puede quitar definitivamente y tratarla de forma normal.
LA LUZ
Para un correcto desarrollo, las carnívoras requieren basta luz solar. De hecho, existen especies que necesitan que los rayos del sol les den directamente al menos durante 5 horas. Otras variedades como la drosera no quieren sol directo, pues sus trampas pueden quemarse.
Estas plantas no crecen bien en lugares sombríos.
Además, es importante que sepas que las carnívoras prefieren la luz natural a la artificial, aunque esta última es habitual instalarla en los terrarios y los invernaderos.
LA TEMPERATURA
La temperatura variará en función de la especie que sea, es decir, de si se trata de una carnívora de origen tropical o por el contrario es nativa de las zonas no tropicales.
Por ejemplo, la dionia y la sarracenia necesitan pasar unos meses de hibernación por lo que la temperatura ideal debe ser inferior a los 5 ⁰C. La drosera, sin embargo, es una planta tropical que no aguanta el frío.
Debes asegurarte de qué especie es tu planta y, en consecuencia, cuidarla de una manera u otra.
LAS MACETAS
El tipo de recipiente en que se planten también es un factor muy a tener en cuenta. Estas plantas prefieren las macetas de plástico, pues son resistentes, duraderas y las hay de todos los tamaños.
Pero también puedes emplear recipientes de porcelana o cristal.
Evita las de barro, pues suelen contener minerales que se disuelven en el agua y que terminaría por perjudicar a la planta.
HUMEDAD
Todas estas plantas necesitan una humedad ambiental elevada y ésta se puede conseguir de varias formas:
- Poniendo la planta en un cuenco o maceta con un par de centímetros de agua.
- Pulverizando las hojas con agua destilada
- Instalando un humidificador en la habitación.
- Plantarlas en un terrario (recuerda renovar el aire, pues un exceso de humedad puede provocar la aparición de hongos).
EL SUSTRATO
Tal y como hemos dicho con anterioridad, las plantas carnívoras no son exigentes en cuanto al tipo de sustrato en el que se planten. Pueden sobrevivir en casi cualquier terreno.
En su hábitat natural, estas especies crecen en suelos muy pobres, por tanto, lo mejor es colocarlas en macetas con tierra pobre en nutrientes. No plantes las plantas en un sustrato rico en sales minerales, pueden morir.
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